miércoles, 26 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad!


      No sé si es práctica habitual felicitar las fiestas a través de la entrada de un blog, pero como es la primera Navidad de “La Danza del Qi”, vamos a instaurar la tradición de hacerlo. Así que ¡¡FELIZ NAVIDAD!!.
    Sabéis que la Navidad es la "cristianización" de la fiesta pagana de la llegada de la luz, del solsticio de invierno, cuando la luz "vence" a la oscuridad, o como decía mi abuela, empiezan a menguar las noches y a crecer los días. Es el momento en el que el yin ha llegado al máximo y emerge el pequeño yang. 
   Hemos comprobado que el mundo no se ha acabado el 21-12-12, por más que malinterpretáramos la fecha anunciada por el calendario maya como el fin de una era y muchos fanáticos la utilizaran para sembrar el pánico. Pero sí es cierto que mucha gente habla de cambio, y no es el fin del mundo, pero sí de alguna manera el fin de "nuestro viejo mundo". Todos estamos asistiendo a la caída las estructuras económicas, sociales y políticas. A todos se nos han movido los cimientos de nuestra pretendida "seguridad"...
    Por eso hemos de encarar con ilusión y alegría estas navidades como el gran momento de nuestro cambio personal, y 2013 como el año de la esperanza y de la luz, porque el cambio global se producirá por la suma de los cambios de cada uno de nosotros. Ya no funciona lo de que "otros" lo harán. Porque ¿quiénes? ¿nuestros políticos? ¿nuestros escritores? ¿nuestros sacerdotes? Ya no. La responsabilidad está en manos de cada uno de nosotros.
   ¿Cómo hacerlo? En las diferentes entradas de "La Danza del Qi" hay ideas, sugerencias, pinceladas, para que cada uno encuentre su camino. Y todos los caminos son correctos, siempre que nos lleven a hacer lo que tenemos que hacer, y estén impregnados del hecho de que TODOS SOMOS UNO.   
   Desde esta página doy las gracias a todos los lectores, conocidos y anónimos, porque sin vosotros este blog no existiría. Y desde aquí, con todo mi corazón, os deseo una FELIZ NAVIDAD y un 2013 lleno de descubrimientos, sabiduría, dicha y salud. Que sigamos conectados en la blogosfera y entre todos hagamos de la Tierra un mundo mejor.



martes, 18 de diciembre de 2012

Los frutos


     Esta mañana he leído la última entrada del blog de Susana Beato, titulada "Cuando lo profesional se mezcla con lo personal". A Susana ya la conocéis. Sin ella “La Danza del Qi” no existiría. Me ha emocionado y me ha hecho reflexionar el ver cómo nuestro hacer puede influir de manera decisiva en la vida de otras personas.  
   He recordado la parábola del sembrador: "Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron; otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga" (Mt. 13: 4-9).
    Yo no interpreto la parábola como lo hace la Biblia. Creo que nosotros somos el sembrador y las semillas son nuestros actos, y lo que a mí me dice, es que sembremos, sembremos porque seguro que alguna semilla cae en tierra fértil y dará sus frutos.
   Muchas veces cuando pensamos en nuestra capacidad de influir en el mundo nos sentimos insignificantes. Creemos que solo siendo un Einstein, un Steve Jobs o un Hawking se puede hacer algo que merezca la pena ser recordado, y creemos estar muy lejos de figuras así. Sin embargo, la realidad es muy diferente.
  El Universo está lleno de seres anónimos como tú y como yo que formamos parte del Todo. Y la cuota de participación de cada uno de nosotros es la misma: somos un trozo del Uno (llámalo Dios, Vida, Energía....) que está en la Tierra para experimentar-se. Y cada uno tiene su camino único e irrepetible. Y en el camino de todos está el sembrar para mejorar la Tierra. Cada uno siembra su semilla: unos un gran descubrimiento científico, otros películas memorables, algunos obras de arte, y los más, pequeños actos que se convierten para otros en algo único porque les cambia la vida. Pero todos son igual de importantes.
   Si pensamos un poco, alguna vez hemos experimentado cambios decisivos por la "pequeña" intervención de alguien, en muchas ocasiones de manera involuntaria. Una palabra, una sonrisa, un regalo... Y también, casi siempre sin intención, hemos cambiado la vida de alguien por un acto, un comentario o unas frases. 
   Si recordáis la entrada del terapeuta en ella hablábamos que éste realmente no hace nada, sino que "se hace" a través de él. Y es la Vida con mayúsculas la que nos emplea a cada uno para ser las varitas mágicas que realicen el sortilegio. Pues bien, si aceptamos esto, hagámoslo de manera consciente: que cada mañana nos levantemos con la conciencia de que podemos ser artífices de un prodigio para alguien, y que el milagro obrado por otro nos puede cambiar. Que nuestro hacer sea amoroso e impecable porque el Universo nos emplea para transformar y mejorar la Tierra. Que, aun en estos momentos difíciles, sembremos con generosidad, con abundancia y con altruismo, porque algunas semillas caerán en el asfalto, otras se las llevará el viento, pero algunas, serán acogidas en tierra fértil y darán sus frutos. Y no nos olvidemos: TODOS SOMOS UNO, y los frutos de lo sembrado, antes o después, terminarán en nuestras manos.