jueves, 10 de mayo de 2012

Interrelaciones


Siempre me ha gustado relacionar cosas. Desde pequeña, cuando a mi mente llegaba una idea nueva, hacía una especie de barrido de todos los conocimientos que había dentro de mí para ver con cuáles podía unirse para elaborar un pensamiento más amplio y grandioso. Tenía la sensación de que las ideas aisladas eran pequeñas, tristes, en blanco y negro, pero cuando conseguían articularse con otras formaban una película en technicolor. 
       Creo que por eso una de las frases que repito en mi perfil de las redes sociales es que TODOS SOMOS UNO. De momento esa una de mi máximas comprensiones de la existencia.
Cuando entré en el mundo de la Medicina Tradicional China, fue como llegar al paraíso. Porque el pensamiento chino parte de la creencia de que todos los hechos en un momento determinado están relacionados entre sí, pero no porque haya una relación causal entre ellos, como buscaría el pensamiento occidental, sino porque todos los hechos forman una extensa unidad con una ley y un sentido. Tienen una visión “orgánica” de la existencia. Las concepciones no están subordinadas unas a otras, sino “colocadas” unas junto a otras formando un patrón, y se influyen mutuamente, no por causas mecánicas, sino por una especie de “resonancia". Forman parte de un organismo universal y “resuenan” unas con otras como los instrumentos de una orquesta. ¡Fascinante! ¿No os parece? Ya veréis cuando hablemos de los Reinos Mutantes (¡qué bonito nombre!), en los que conviven un sabor, una orientación, un planeta, un órgano, una entraña, una emoción, un sentido….
Esta idea de interrelacionar cosas, a veces dispares en apariencia, es lo que ha dado origen a este blog de Medicina Tradicional China 2.0, con el objetivo de aunar la tradición más tradicional y la más moderna modernidad (leed la primera entrada). Pero no solo para enlazar las ideas, sino a las personas que las piensan. Y digo esto porque a veces tengo la sensación de que la clásica dicotomía entre religión y ciencia, sigue presente en nuestra sociedad con otros ropajes, y ahora es medicina occidental/medicina oriental, o espiritualidad/tecnología, o tradición/modernidad. Y esto hace que mucha gente se pierda ... la otra mitad.
      Pero como soy "interrelacionadora" de vocación, observo, encuentro y admiro a las personas que "interrelacionan".  Y un ejemplo de ello lo descubrí cuando leí la última entrada del blog de Susana Beato, mi “profe” de comunicación 2.0, titulada “Yo soy porque nosotros somos”, cuya lectura os va a encantar.  http://www.elblogdesusanabeato.com/2012/05/yo-soy-porque-nosotros-somos.html 
         Si leéis su perfil, es una “prosumidora de 2.0” (prosumidor = productor + consumidor), que no se dedica a ninguna práctica alternativa. 
Otro caso que tengo reciente ha sido la obra de Steve Jobs. Os preguntaréis qué pinta el fundador de Appel en un blog de medicina china. La respuesta está en el título de la entrada. Hace poco leí su biografía (que os recomiendo vivamente, escrita de forma amena y magistral por Walter Isaacson) y me impresionó la filosofía de los productos a los que dedicó su vida. En ellos siempre interrelacionó elementos dispares, y buscó la perfección uniendo el arte con la tecnología, las humanidades con la ingeniería, y lo hizo por encima de todo y de todos (y si leéis el libro comprenderéis el alcance de ese "todo y todos"). A lo mejor recordáis el lema de la campaña publicitaria con la que relanzó Appel: "Piensa diferente". Podremos estar o no de acuerdo con su forma de trabajo, con los precios o con su afán de control, pero el pensar diferente y esa máxima de aunar arte y tecnología le llevó a crear productos que a nadie dejan indiferente. Y esa fue su genialidad, ver "una obra de arte" donde otros solo veían una carcasa que guardaba placas y tornillos.
      Para comprender y aprehender la esencia de la Medicina Tradicional China hay que "pensar diferente" e interrelacionar elementos que nos harán estallar en carcajadas y destruirán las bases de nuestro intelecto (como que respirar alimenta tanto como comer, o que un exceso de sabor salado puede producir miedo). 
      Pero eso es lo atractivo y apasionante de las cosas nuevas: nos hacen crecer, aunque para ello haya que destruir primero las estructuras que nos sostienen. Desde aquí, animo tanto a los amantes de la tradición, como a los amantes de las nuevas tecnologías, a que piensen diferente, superen miedos y prejuicios y se encuentren, y todo ello en un momento en el que la tecnología nos puede unir y comunicar de manera más plena y la espiritualidad ha llegado para quedarse. Porque, cada vez más TODOS SOMOS UNO.

1 comentario:

  1. Aun en el caso de que seamos poco extrovertidos, seria de tontos no reconocer que es mejor tener motivaciones diversas para crear algo o simplemente apoyarlo como es este caso. Yo soy introvertido pero no dejo de reconocer que me gustan aquellos hechos o situaciones que han sido creadas por la totalidad y con la totalidad de pensamientos, ideas que indiscutiblemente nos hacen crecer como sociedad. Es fácil hacer algo barato para la gente con bajo nivel adquisitivo, ya sabemos que cuando lo compramos que es lo que hay. También es fácil crear algo muy caro y no necesariamente bello, también sabemos quién lo va a comprar. Cuando se aúnan amor, arte, expresión, y se piensa en crear algo grandioso, es necesariamente algo diferente. La diferencia no deja a nadie indiferente. Además merece la pena situarse entre los que los anhelan, porque están creando con ese simple acto, igualmente un sociedad diferente.

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