miércoles, 16 de mayo de 2012

¿Ser feliz? No, gracias.



      Sí, has leído bien el título de la entrada. No, no hay ningún error. No, tampoco estoy loca, ni me he pasado a una secta que predique la infelicidad como llave de entrada al Paraíso... ¿Entonces? ¿Hay truco?
      ¡Evidentemente!
     En el seminario de Medicina Tradicional China del mes pasado, Santiago, nuestro profe, nos mostró una "jugosa" diferencia entre felicidad y gozo (más adelante os diré porqué describo la diferencia como "jugosa" y no como interesante, inteligente o sutil).
      El explicaba que el hombre es una "luz viajera" (otra bella manera de denominar "la danza del Qi" que ya hemos visto que es la Vida), un trozo de Dios dotado de una estructura física encaminada a cumplir una función. Estructura y función están intrínsecamente unidas, y la una sustenta a la otra.
      De esta idea podemos sacar multitud de conclusiones. Si la función que realizamos es la correcta, nuestra estructura será la adecuada y estaremos sanos. Si nuestra estructura se modifica, la función debe adaptarse a ella. Y si no estamos realizando la función prevista, la estructura se verá deteriorada y caeremos enfermos.
      Añadía Santiago en su explicación que la función siempre se concreta en vivir una serie de emociones, y para estar sano, esto se debería realizar en un estado de "gozo", no de felicidad, sino de gozo.    
        ¡Y así llegamos al meollo de la cuestión! Buscar la felicidad no trae cuenta, porque ésta depende de lo exterior, de lo que la Vida me va dando. ¿Y si yo quiero algo y la Vida no me lo da? ¿Y si la Vida me da lo que yo quiero, pero luego me lo quita? 
Hay veces que conseguimos la felicidad, pero es tan agotador mantenerla y estar siempre en la cresta de la ola. ¡Fijaos cómo terminó la Madrastra de Blancanieves, que quería seguir siendo la más hermosa del reino! Se había modificado su estructura (el paso de los años no perdona, ni en el celuloide) y no supo adaptar su función: podía haber elegido ser "la más sabia del reino", "la mejor vestida del reino" o "la más friki del reino", pero no, se empeñó en seguir buscando su felicidad en algo efímero como la belleza del rostro.
Como humanos no podemos modificar el Universo a nuestro gusto ¿Os lo imagináis? Sería el caos. Entonces ¿qué hacer?
      El gozo, en relación con la felicidad, no es algo efímero, porque no depende de lo exterior, sino únicamente de cada uno de nosotros. Y la Tradición nos dice que no se debe prestar atención a lo efímero. Como buen profesor de Medicina Tradicional China, Santiago añadía que la Tradición es el mundo de la Sabiduría, y cuando algo es respaldado por ella, uno se queda, "como muy tranquilo".
      El gozo está en identificarnos y reconocernos con lo que somos: una luz viajera, dice él, un Qi que danza, digo yo, lo mismo, a fin de cuentas. Y lo que somos es una fuerza de Amor de la Vida.
¿Cómo llevar todo esto a la práctica? Gocemos, gocemos intensamente, y aquí es donde entra el adjetivo "jugoso". La primera aproximación al goce está en disfrutar con nuestros cinco sentidos: el sabor de una fruta dulce y madura, el olor del azahar cuando paseamos entre naranjos en primavera, el canto de los pájaros que desafía al ruido de los coches cerca de un parque, ese arcoiris que nos deja la tormenta como regalo.....
      María, mi profe de Medicina China, dijo en el mismo seminario que "saborear es una forma de meditar". ¡Con el tiempo que llevo yo buscando un hueco para hacer meditación y lo tengo debajo de mis narices cada vez que como! Es broma, pero solo en parte. Porque si os dais cuenta, cuando estamos totalmente concentrados en experimentar algo (saborear esa fruta, o apreciar un olor, o sentir una caricia) los deseos de nuestro ego y el parloteo de nuestra mente se detienen. De alguna forma en nosotros se hace el vacío, y eso es meditar, quedarse en estado de vacío para que la meditación pueda ocupar nuestro espacio interior. 
      ¿Y así viviremos en permanente estado de gozo? Bueno, la cosa es sencilla pero no fácil. Empezando por exprimir a tope las experiencias sensoriales, comenzaremos a vivir en el presente espacios de tiempo cada vez mayores, porque descubriremos lo gozoso que llega a ser dar un paseo, disfrutar de un buen vino o rozar una piel. Poco a poco se instalará una especie de sonrisa interior en nuestro cuerpo porque comprenderemos que hasta el mero hecho de respirar es maravilloso.
          Después daremos un salto cualitativo y empezaremos a mirar las cosas con otra perspectiva, como si estuviéramos en "la terraza del espíritu" (Ling tai, nombre de un resonador del dorso). Y con esta visión descubriremos la futilidad de lo efímero (el dinero, el poder, el prestigio social, la apariencia....) y cómo lo que nos produce gozo está dentro de nosotros, porque no es la fruta, es mi paladeo al comerla; no es la flor, es mi arrobamiento al aspirarla; no es el cielo, es mi nueva mirada al contemplar lo tantas veces visto. Y este sentimiento se extenderá a facetas no relacionadas con los sentidos físicos, sino con los sentidos del alma y el agradecimiento, la admiración, la solidaridad, la comprensión, la generosidad, el amor... irán inundando nuestra cotidianeidad. Y gozaremos con cualquier cosa, por pequeña que sea, porque nuestro espíritu, habrá aprendido a hacerlo. Finalmente descubriremos qué pocas cosas necesitamos para... ¿ser felices? No, gracias, sino para vivir en estado de gozo permanente. 



6 comentarios:

  1. Dicen que de Bien nacido es el ser agradecido, así que antes de nada, darte las gracias por invitarme a participar en tu blog.
    No me ha chocado para nada el título de la entrada "Ser Feliz, no gracias". No creo tampoco que estés loca ni mucho menos, ya que soy de la opinión que no venimos a este mundo para ser feliz, ya que entre otras cosas que es ser feliz.
    Cuando le preguntas a la gente que metas tiene en su vida o que le piden a la vida, la gran mayoría se descuelgan con un "Yo quiero de mayor ser feliz", pero vuelvo a lo mismo, que es feliz y todos te dicen que ser alguien importante, estar casado y tener hijos, tener una casa, dinero......en fin tener, poseer pero sólo cosas materiales.
    No vemos el mundo como es, sino como somos. Partiendo de esta premisa, lo que te hace feliz o desdichado no es el mundo ni las personas que te rodean, sino los pensamientos que albergas en tu mente. Y ésta desde que nacemos está influenciada por nuestros genes, padres, familia, amigos, entorno y por la sociedad, ahh!!, se me olvidaba y por el gran amigo del ser humano....la TELEVISIÓN.
    Con el aprendizaje que te da el transcurrir de los años, te vas dando cuenta que todas estas cosas no son más que experiencias que te van enriqueciendo en la Vida, tanto el tenerlas como el no tenerlas.

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    1. No había nunca pensado lo que dices de que "no vemos el mundo como es, sino como somos", pero tienes toda la razón, y también me parece importante la idea de que nos va enriqueciendo, tanto el tener las cosas que anhelamos como el no tenerlas. ¡Es como ganar siempre!

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  2. Me gusta mucho la definición de que somos una luz viajera, todas las religiones existentes de una manera mas certada o más torpemente, nos han intentado transmitir esa idea. Todos somos Dios y Dios solo es uno. Cierto es que nos han hecho mucho daño, ya que no han transmitido, de manera mas bien consciente,el mensaje de una manera clara sino todo lo contrario, se han preocupado para que el mensaje nos llegase de una forma confusa y compleja, de esa forma nos dividen y .....nos dominarán.
    Estamos entrando en un ciclo de la Vida en la que el ser humano necesariamente evolucionará. Dejaremos atrás ese concepto o modelo de Dios Patriarcal y comprenderemos que Todos y Todo somos Uno y Uno somos Todos y Todo.
    Comprenderemos que aunque seamos la manifestación humana de Dios y por tanto somos Dios todo lo que nos rodea también es Dios. Por tanto, todo nos repercute y nos incumbe.
    No venimos para cumplir una función o meta, así como la felicidad no es la meta del ser humano. La única finalidad o función si así se le quiere llamar es la de Vivir. Es así de sencillo y complicado al mismo tiempo. La Vida se nos ha dado para vivirla y mientras la vivimos aprendemos aquello que la vida nos brinda. Y que nos brinda, Sentimientos!!!!
    Soy de los que no le pido nada a la Vida, porque esta ya estaba aquí antes de que mi existencia actual tomase conciencia de la misma y seguirá estando una vez que mi plazo en este mundo se haya expirado. Así que, quién soy yo, para pedirle algo a la Vida, esta continuará, se seguirá abriendo paso entre todas las Galaxias que conforman todo el Cosmos y no se inmutará cuando mi existencia humana se acabe.

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  3. Cuando hablas de goze, yo me refiero a experimentar. Necesitamos experimentar el agua de la lluvia cuando nos empapa, el calor cuando abraza nuestra piel, la caricia de una mano y la bofetada de la misma, un beso y un bocado, la alegría y la tristeza......
    Tal vez no podamos modificar las leyes fisicas que rigen el universo (y de poder hacerlo no creo que fuese aconsejable), pero no es menos cierto que como dijo Gandhi "si queremos cambiar al mundo cámbiate a ti mismo". Así que , ¿porque no cambiamos? de acuerdo que es necesario cuidar de nuestro planeta, del equilibrio ecológico, de la igualdad social, etc… pero todo ello debería ser como consecuencia de lo que hemos desarrollado desde el sentimiento y no por miedos o razonamientos que nuestra conciencia termina por plantearnos. Tendría que haber una coherencia entre lo que sentimos, pensamos, hablamos y hacemos, de lo contrario nos deberíamos plantear que falta un eslabón en la cadena. La evolución no se puede obtener proyectando desde la mente, sino más bien viviendo aquello que conocemos, lo que nos llevara a “ser eso”.
    Ser feliz es sentirse vivo y vivir es experimentar todo lo que se nos presenta en la Vida, lo bueno y lo malo, ya que el uno no puede existir sin el otro. Como disfrutar del silencio si el ruido no existiese. Como desear el bien si no supiésemos lo que se sufre con el mal.....
    Si queremos más alegría en la Vida está en nuestras manos, o mejor dicho, en nuestros pensamientos y sentimientos. Desterremos de una vez la frase es "castigo de Dios" y todo ese rollo del pecado original y la redención. Las cosas ocurren porque forman parte de la Vida, porque en eso consiste la Vida, en experimentar, en saborear, en observar, en tocar, en definitiva en Sentir....y sentir que Todo está Vivo y que somos parte integrante de ese Todo.
    Estos no son más que los delirios de la luz viajera, de la chispa divina, del lucero del alba, del santo grial que cayó y tomó mi encarnación para formar parte de esta Tragicomedia que se representa en el Teatro al que llamamos Mundo o Planeta Tierra

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    1. Muchas gracias por compartir tus vivencias con nosotros y ser un actor de este Teatro.

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  4. Bravo Raquel, me ha encantado el post que has compartido con todos nosotros sobre la Felicidad y el goce y bravo Manuel por tus comentarios al post, reflexiones muy sabias.
    Comentarios y post forman UNO. Al final "Todo y todos somos uno", como vosotros decís.
    Me que con la frase "No vemos el mundo como es, sino como somos" y la comparto.

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